martes, 24 de febrero de 2015

Revisamos el proyecto económico de Ciudadanos contra el paro, la pobreza y la desigualdad (2/3)

Ayer comenzamos a analizar la propuesta de complemento salarial anual garantizado (CSAG) de Ciudadanos, hoy Luis Sanzo continúa analizándola y plantea por qué esa propuesta debe ser acompañada por un sistema de rentas mínimas garantizadas.

Hay países socialmente desarrollados de Europa sin sistema de salario mínimo, sí, pero ninguno sin un sistema de rentas mínima garantizada

Es probable que Ciudadanos señale, para rebatir el argumento establecido en el punto anterior, que hay países socialmente desarrollados en Europa que carecen de un sistema de salario mínimo. Cuando Ciudadanos señala que “Existen sociedades, sobre todo en el norte de Europa, que han demostrado ser capaces de combinar la flexibilidad para encajar en la economía mundial con la igualdad de oportunidades y la seguridad para sus ciudadanos”, es muy probable que esté pensando en Austria o en los países escandinavos donde no existe salario mínimo estatuido en las normales estatales generales.

Presentación del programa económico de Ciudadanos el pasado día 17
A esto habría que replicar con dos precisiones importantes. En primer lugar, en los países señalados, con una todavía muy viva impronta socialdemócrata, la ausencia de un sistema de salario mínimo es en realidad relativa. Se compensa en general con la obligación de aplicación de los mínimos establecidos en convenios que tienen a cubrir a prácticamente toda la población ocupada. Así ocurre, por ejemplo, en los países escandinavos. En Austria, la carencia de sistemas de convenio colectivos se suple, por su parte, introduciendo normas sectoriales de garantía de un salario mínimo en los sectores no sujetos a convenio. Alemania que, hasta ahora, mantenía un sistema similar ha adoptado recientemente una norma general de salario mínimo.

En segundo lugar, y éste es un elemento fundamental, en los países europeos socialmente más desarrollados en los que no hay un sistema estatal de salario mínimo siempre está presente un desarrollado sistema de renta mínima garantizada.

La centralidad del sistema de bonificación al empleo CSAG no implica necesariamente que Ciudadanos se oponga a un sistema de rentas mínimas autonómicas, tal como el que existe en la actualidad, aunque no se hable de ello en el programa presentado recientemente. Pero sí presupone con casi total seguridad que no se priorizará el esfuerzo presupuestario en ese campo. Así parece adelantarlo el hecho de que Ciudadanos contraponga su CSAG a lo que definen como “una renta garantizada, que desincentiva el trabajo”.

La realidad, sin embargo, es que los modelos en los que dicen inspirarse en el Norte de Europa cuentan todos ellos con sistemas de renta garantizada, especialmente desarrollados de hecho en los países escandinavos y en Austria. En el contexto de los países mediterráneos, otro país sin salario mínimo, Chipre, se caracteriza también por tener uno de los modelos más efectivos de renta garantizada.

Los países con sistemas desarrollados de bonificación al empleo cuentan también con estos sistemas de renta garantizada. Así sucede en Francia donde el sistema de renta garantizada y el de bonificación al empleo convergen en una misma prestación, el Revenu de Solidarité Activa (RSA). Pero también ocurre en el Reino Unido y Estados Unidos donde los dos tipos de sistemas se plantean como complementarios. En el caso estadounidense, el EITC forma parte del modelo social junto a los programas estatales TANF de renta garantizada y los Food Stamps del Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP), orientados a garantizar el acceso a niveles mínimos de alimentación.

En 2013, los fondos TANF supusieron un gasto federal y estatal acumulado de 31.649 millones de dólares. Por su parte, en noviembre de 2014 había 46,3 millones de personas con tarjeta de acceso a los Food Stamps, con un coste para ese año de más 76.000 millones de dólares. El gasto equivalente al realizado en estas partidas en Estados Unidos se situaría en un gasto de unos 13.500 millones de euros en el caso de la población española.

Es verdad que Ciudadanos plantea un programa de lucha contra el paro de larga duración que debería garantizar que la protección efectiva de los trabajadores despedidos sea más elevada que la que reciben en la actualidad. Plantean el modelo austriaco como una de las vías para conseguirlo pero, como hemos señalado, Austria también se caracteriza por un efectivo, y descentralizado, modelo de renta garantizada para proteger a su población.
Es importante que la apuesta por los sistemas de renta garantizada no se plantee como una fantasía de radicales sino como lo que verdaderamente es: una recomendación de las instituciones europeas. De esta forma, la Recomendación de la Comisión de 3 de octubre de 2008 “sobre la inclusión activa de las personas excluidas del mercado laboral” [notificada con el número C(2008) 5737] establece que “La Recomendación 92/441/CEE del Consejo, de 24 de junio de 1992, sobre los criterios comunes relativos a recursos y prestaciones suficientes en los sistemas de protección social, sigue siendo un instrumento de referencia de las políticas comunitarias en lo que respecta a la pobreza y la exclusión social y no ha perdido su pertinencia, aunque es necesario hacer un mayor esfuerzo para poder aplicarla plenamente”.
Con vistas a modernizar los sistemas de protección social, la Recomendación de 2008 señala a continuación que “es preciso combinar un apoyo a la renta adecuado con el vínculo al mercado de trabajo y el acceso a unos servicios de calidad en una estrategia integrada de inclusión activa. Esta estrategia es plenamente complementaria del enfoque de flexiseguridad, si bien está orientada a las personas situadas en los márgenes del mercado de trabajo”.

En virtud de ello, la Comisión recomienda a los Estados miembros que “Conciban y apliquen una estrategia global integrada para la inclusión activa de las personas excluidas del mercado laboral en la que se combinen un apoyo a la renta adecuado, unos mercados de trabajo inclusivos y acceso a unos servicios de calidad”. El apoyo a las políticas activas de empleo no se concibe por tanto como incompatible con las políticas de renta garantizada.

Al referirse al apoyo adecuado a la renta, la norma recomienda que los Estados “Reconozcan el derecho fundamental del individuo a los recursos y la ayuda social suficientes para llevar una vida compatible con la dignidad humana como parte de un dispositivo global y coherente para combatir la exclusión social” y que lo hagan de conformidad con lo previsto en la Recomendación 92/441/CEE del Consejo.


En definitiva, es necesario que los sistemas de renta garantizada no desincentiven al empleo, para lo que es conveniente que existan mecanismos como el CSAG planteado por Ciudadanos, pero es imprescindible que esos sistemas complementarios de renta garantizada existan.

Luis Sanzo

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