miércoles, 21 de enero de 2015

La Declaración de Pamplona de 2009 sobre inclusión social y pobreza en España: una propuesta a recordar en 2015



La Declaración de Pamplona de 2009 sobre inclusión social y pobreza en España: una propuesta a recordar en 2015


El 10 y 11 de diciembre de 2009, dos centenares de profesionales, voluntarios e investigadores pertenecientes a diversas universidades, ONGs y administraciones públicas de todo el Estado se reunieron en Pamplona en un Foro Propositivo. Elaboraron, debatieron y apoyaron una declaración conjunta para una Estrategia Inclusiva, con 40 propuestas concretas relacionadas con la lucha contra la pobreza y la inclusión social. Es la llamada Declaración de entidades sociales, profesionales y personal investigador por una estrategia inclusiva, durante y después de la crisis o Declaración de Pamplona

Dos aspectos resaltan el interés de aquella Declaración. El primero es que se trata de uno de los escasos ejemplos en los que los profesionales del sector social en España han planteado una actuación específica para abordar los problemas vinculados a la crisis, en aquel momento en plena fase emergente. El segundo es que se realizan algunas propuestas relacionadas con las cuestiones objeto de debate en este blog y es por ello que resulta muy relevante recordarlas ahora. Como se podrá ver, muchas de las propuestas que apoyamos en este blog son propuestas que ya recibieron ael apoyo consensuado de los principales expertos en pobreza y exclusión social en España hace 6 años.

Se presentan a continuación los aspectos más destacados de la Declaración de Pamplona en lo relativo a los aspectos vinculados directamente con la lucha contra la pobreza. Se recogen directamente los términos utilizados en la Declaración.

Situar en un lugar destacado de la agenda el debate de cómo enfrentar la pobreza y la exclusión social crecientes para acabar con ellas, al menos en sus expresiones más severas


Ahora que “los impagos se han multiplicado, las visitas a los bancos de alimentos son cada vez más frecuentes, las colas en los comedores sociales son cada día más largas y está creciendo la visita a la parte trasera de las grandes superficies”, ahora que las solicitudes de rentas mínimas se han disparado en toda España, y que las demandas registradas en las entidades sociales han experimentado un notable aumento en estos dos años, es ineludible que la sociedad española sitúe en un lugar destacado de la agenda el debate de cómo enfrentar la pobreza y la exclusión social crecientes.

Por desgracia, no se ha avanzado significativamente en el largo periodo de bonanza económica para resolver los problemas de crisis social estructural que venimos padeciendo: los niveles de desigualdad social se han mantenido inalterados, las carencias de nuestros sistemas de protección social no han sido resueltos y las mejoras en las condiciones de vida de los más pobres se han debido más al aumento general de los recursos que a una transformación de nuestra estructura social.
La respuesta a la crisis debería ser ... la ocasión para hacer frente con decisión a este déficit estructural de una “España social escasa”: no se trata sólo de lograr un patrón de crecimiento más equilibrado entre los sectores económicos, sino de mejorar la cohesión social, de reducir las desigualdades y de acabar con la pobreza y la exclusión social, al menos en sus expresiones más severas.

Se plantea así una línea específica de actuación priorizando la lucha contra la pobreza como estrategia social.

La pobreza debe ser considerada ilegal y la pobreza infantil, en particular, debe ser erradicada


La pobreza y la exclusión social, antes de la crisis y ahora que estamos instalados en ella, es una injusticia social que afecta a la dignidad de las personas y conculca los derechos humanos de un modo inadmisible en una sociedad que dispone de recursos y de riqueza suficiente para todos. Debería por ello ser declarada ilegal.
Deberá garantizarse especialmente la erradicación de la pobreza infantil.

Es posible actuar contra la pobreza


El impacto de la crisis económica ha puesto de manifiesto … la necesidad ineludible de consolidar una última red de seguridad que haga realidad el derecho de toda la población española a unos recursos mínimos suficientes para hacer frente a las necesidades básicas. La experiencia de algunos sistemas de rentas mínimas autonómicas en los últimos 20 años demuestra la posibilidad de consolidar adecuadamente este objetivo con un coste limitado, situado entre el 0,25 y el 0,35% del PIB.

La propuesta de una renta equivalente de 600 euros para toda la población


En materia de garantía de ingresos, la principal propuesta que se realiza en el Documento es la siguiente:

Garantizar unos ingresos adecuados para todos los ciudadanos y ciudadanas de forma que nadie se encuentre por debajo de una renta equivalente de 600 € (según la composición del hogar).

Las medidas concretas para hacer operativo el objetivo de garantía de ingresos


Se defiende conseguir el objetivo anterior “reformando y articulando el sistema de garantía de ingresos mínimos, desde el subsidio por desempleo o los complementos de mínimos de pensiones hasta las pensiones no contributivas o las rentas mínimas”.
En su versión detallada, el planteamiento se consolidaría:

·      Reformando y articulando el sistema de garantía de ingresos mínimos, desde el subsidio por desempleo o los complementos de mínimos de pensiones hasta las pensiones no contributivas;
·      Ampliando las modalidades de protección, con una atención especial a los hogares con menores de forma que pueda romperse el ciclo de reproducción de la pobreza.
·      Y participando, en coordinación con las comunidades autónomas, en la consolidación del sistema de rentas mínimas autonómicas, en especial en la dimensión financiera. La articulación de este sistema con las modalidades generales de protección de la Seguridad Social y de la protección al desempleo resulta fundamental.
·      Este conjunto de actuaciones debería desarrollarse en un contexto de superación de la actual fragmentación y dispersión del sistema de prestaciones de garantía.

El objetivo se consolidaría asimismo:

Manteniendo el esfuerzo en la mejora progresiva de las pensiones mínimas y del salario mínimo.
En coherencia con el papel atribuido a las instituciones autonómicas, el documento planteaba:
Que las Comunidades Autónomas asuman su responsabilidad como gestoras de una buena parte de las políticas sociales e incorporen una lógica inclusiva en todas ellas:
Desarrollando, en coordinación con la Administración del Estado, un sistema de rentas mínimas autonómicas que garantice, desde una perspectiva de derecho, unos ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas de toda la población. Este sistema deberá tener en cuenta las experiencias históricas de las distintas comunidades autónomas, particularmente en lo relativo a los aspectos siguientes:

·      La aplicación del doble derecho a una prestación de garantía y a acciones de apoyo a la inserción, desligando la gestión del sistema de prestaciones de la aplicación de las políticas de inserción, tanto en su dimensión social como laboral. Debe tenerse en cuenta, en este sentido, que tanto la población objeto de atención de ambos tipos de actuaciones como las lógicas y modalidades de aplicación de estos derechos resultan diferentes. Habría que considerar especialmente la situación de las personas que no tienen posibilidades de acceso al empleo, garantizándoles una modalidad de protección no sujeta a controles periódicos ni a exigencias asociadas a un objetivo imposible de inserción laboral, sin perjuicio de la necesidad de seguir garantizando su acceso a los programas generales de apoyo de los servicios sociales.
·      La consideración de un sistema múltiple de prestaciones que incorpore actuaciones orientadas a la cobertura de las necesidades básicas pero también a hacer frente a gastos especiales necesarios para superar la pobreza y el riesgo de exclusión.
·      La introducción de mecanismos de bonificación al empleo.

La Administración Central del Estado y las comunidades autónomas, cada una en su ámbito competencial, tienen la obligación de actuar de forma coordinada en el objetivo de consolidar este sistema de rentas mínimas autonómicas. La definición de unos niveles mínimos comunes para el conjunto del Estado, a financiar por el Estado, debe ser objeto de una iniciativa legislativa conjunta, de acuerdo con lo previsto en la Constitución, los Estatutos de Autonomía y otras normas legales de aplicación.

 

Artículos relacionados:

 La política de garantía de ingresos en España

España, líder en desigualdad y pobreza, a la cola en la lucha contra la exclusión social

Una propuesta de la Renta Básica de Ciudadanía que podemos tener en España a partir de 2015




No hay comentarios:

Publicar un comentario