El presidente de los Inspectores de Hacienda a favor de garantizar una Renta Básica a través del IRPF
Reseña del artículo publicado en El País
Julio Ransés Pérez Boga |
En un artículo publicado en El País el 19 de enero JulioRansés Pérez Boga, Presidente de la asociación profesional de Inspectores de
Hacienda del Estado (IHE) (http://www.inspectoresdehacienda.org/
) critica la estructura del actual impuesto sobre la renta (IRPF) reclamando:
“Hay que transformarlo en un impuesto más simple y más neutral, que favorezca
el empleo y la producción, y que sea más equitativo para que contribuya a
reducir el déficit de pobreza y desigualdad.”
Para ello propone recurrir a la figura del Impuesto Negativo
sobre la Renta (INR) que considera acertadamente como la formulación teórica
más completa para actuar en todos estos ámbitos, es decir, para lograr un
impuesto más sencillo y equitativo que favorezca el empleo y la producción al
mismo tiempo que logra reducir la pobreza y la desigualdad. Explica de forma
muy clara el funcionamiento del impuesto negativo mediante un ejemplo y sus
principales ventajas. Hay muchos modos de aplicarlo, pero el principio es muy
simple: todo el mundo haría la declaración del IRPF, incluso los que no tienen
ingresos, y la Renta Básica Garantizada se aplicaría en forma de deducción en
la cuota del impuesto. A las personas que tienen rentas por encima de una
cierta cantidad les saldría en la declaración una cuota positiva a pagar que recaudaría el Estado,
mientras que a las personas que tienen ingresos inferiores les saldría una cuota
negativa que el Estado pagaría a los ciudadanos (por ello el nombre de Impuesto Negativo).
Las principales ventajas que resalta Pérez Boga son las
siguientes:
- La Renta Básica Garantizada podría sustituir (al menos parcialmente) a la mayoría de subsidios y prestaciones para mantenimiento de rentas permitiendo reducir y simplificar la administración asistencial y los procesos de concesión de las ayudas.
- Supondría un impulso al consumo al poner dinero en manos de los ciudadanos
- Favorecería el empleo porque el INR recibido es compatible con el empleo y no crea los desincentivos típicos de los subsidios
- Permitiría aceptar empleos de baja remuneración lo que puede ayudar a generar un mayor número de empleos con coste reducido para las empresas incrementando la competitividad
Aclara Pérez Boga que este tipo de impuesto, incluso aunque sólo tuviera un tipo impositivo, tendría una mayor progresividad que el actual IRPF de varios tramos (que apenas lo es en la práctica debido a las exenciones y deducciones). De hecho, los contribuyentes de más bajos ingresos serían los más beneficiados, los contribuyentes de rentas medias se quedarían más o menos igual y los contribuyentes de rentas más elevadas pagarían algo más aunque propone que no paguen más del 50%.
En cuanto a los inconvenientes del impuesto negativo comenta
los siguientes:
- El coste inicial puede ser elevado, por lo que requiere ajustarse con cuidado calibrando bien los parámetros para que sea económicamente viable
- Requeriría establecer un férreo control del fraude ya que de lo contrario la ocultación de ingresos podría ser premiada con mayor transferencia de renta básica
Termina Pérez Boga comentando que: “Medidas de este corte
harían innecesarias otras propuestas más arriesgadas, como la reestructuración
de la deuda, que sí podrían dañar por muchos años la confianza de los
inversores internacionales en nuestra economía y perder la oportunidad de
alcanzar la ansiada recuperación económica.”
Nuestra opinión
Para cualquier estudioso de los sistemas de garantía de
rentas es evidente que el Impuesto Negativo sobre la Renta (INR) está llamado a
jugar un papel esencial en la gestión de la Renta Básica de Ciudadanía (RBC)
como el elemento esencial de la integración de todos los sistemas de garantía
de rentas. Es por ello que incluimos esta propuesta dentro de la estrategia para la implantación de la RBC
en 2015. Además de las ventajas comentadas por Pérez Boga, el IRPF es una
herramienta particularmente adecuada para la gestión de la garantía de rentas
por los siguientes motivos:
- El hecho de que para cobrar la RBC fuese necesario realizar la solicitud y declarar los datos de domicilio, convivencia e ingresos a la AEAT dejaría fuera del sistema de garantía de la RBC a todos aquellos que no desean ser “fichados” por dedicarse a actividades delictivas o encontrarse en situación irregular.
- La gestión conjunta de las declaraciones de renta y de la RBC facilita enormemente el control de rentas y el ajuste de las cantidades a transferir en concepto de RBC en función de los ingresos y renta disponible de cada ciudadano. Por tanto, la RBC a recibir por cada persona estaría en función de la renta disponible y sus circunstancias de convivencia, pero no sería necesario esperar a la comprobación de los datos por hacienda sino que se transferiría la RBC en función de la declaración, como sucede con los impuestos. Por supuesto, las declaraciones estarían sometidas a posterior comprobación mediante procedimientos de inspección, pero hoy día existen medios muy eficaces para hacer este control de forma automática mediante cruce de datos administrativos.
- Desde hace 2 semanas la propia Agencia Tributaria ha habilitado un procedimiento para adelantar mensualmente en forma de crédito fiscal las nuevas cuantías de deducción por hijo a cargo que se han introducido en la última reforma del IRPF y que se admite por primera vez que puedan ser cobradas como una forma de INR (si bien restringido al cumplimiento de una serie de condiciones). Sería muy sencillo habilitar un procedimiento de este tipo para “adelantar” buena parte del importe de la RBC a los beneficiarios pudiendo calcular con escaso margen de error las cantidades correspondientes en función de la renta declarada y las personas con las que se convive en el hogar.
- Permitiría establecer algún mecanismo de autorregulación de la cuantía de RBC para asegurar que el sistema se mantiene dentro de lo económicamente sostenible sin comprometer la financiación del resto de los gastos públicos. Por ejemplo, se podría indexar la cantidad global de RBC máxima a garantizar en función de la recaudación fiscal efectiva mediante el propio IRPF (una forma de indexación adecuada que actuaría además como estabilizador automático de la economía sería ligar el crecimeinto de la RBC a la media móvil de la recaudación de los 4 años fiscales anteriores).
- El hecho de que una parte de la recaudación del IRPF esté cedida a las CCAA y tengan éstas capacidad normativa permitiría realizar ajustes de la cuantía de RBC por CCAA, limitándose el Estado a garantizar un mínimo común para todos los ciudadanos del Estado y dejando para cada CCAA un margen de libertad para fijar la cantidad de RBC que consdieren más adecuada para el nivel de precios y de riqueza en cada CCAA.
En las próximas semanas dedicaremos nuevos artículos a tratar con más detalle las posibilidades que ofrece la figura del INR como medio de gestión de la RBC, ya que puede
facilitar enormemente la implantación de la RBC y asegurar una gestión transparente, eficaz y
económicamente sostenible.
Rafael Pinilla
Me parece una muy buena idea, ahora queblo analise a la perfecion para rstar seguro que sea viable, de todas formas la renta basica se podra hacer con el irpf ya ha habidobun informe de unos analistas que dicen que es viable, a ver que les parecen esa forma, renta basica ya!!!
ResponderEliminarAnimaría a los colaboradores de este blog a aportarnos su opinión fundamentada sobre la vía alternativa que nos propone este autor. El Impuesto Negativo sobre la Renta no es una idea nueva (en un artículo de José Antonio Álvarez Martínez de 2002 en la revista "Estudios de Economía Aplicada" se habla del mismo y se citan referencias que se remontan a 1967), pero a mí, con limitados conocimientos de las bases económicas del sistema, me parece una vía interesante, simple y que evita la estigmatización de otros sistemas, al basarse en un mecanismo universal de distribución de la renta al que todos los ciudadanos se aproximan con los mismos criterios.
ResponderEliminarEn mi opinión sería importante decidirse por una alternativa e impulsarla con firmeza y de forma unánime porque si no las fuerzas se dispersan…
Muchas gracias por tu comentario Juanan. En este blog tratamos de debatir las ventajas e inconvenientes de dada uno de los elementos que podrían utilizarse en la política de rentas para lograr los objetivos esenciales: erradicar la pobreza económica y reducir la desigualdad social. El Impuesto Negativo sobre la Renta es un mecanismo idóneo para la administración de un sistema universal de garantía de rentas y y desde el punto de vista técnico resulta impecable. Es por ello que quienes conocen en detalle las estructuras fiscales son muy favorables a ir en esta dirección. Los políticos con más reacios porque resulta complicado de explicar y sobre todo porque una vez implantado es muy difícil de quitar y los políticos tienen el temor (fundado) de que un sistema impositivo transparente y redistributivo les quita margen de maniobra (arbitrariedad). En este punto los ciudadanos de a pie y los técnicos estamos a un lado y los políticos profesionales en otro. Pero con el tiempo la racionalidad se va abriendo paso, o al menos a nosotros nos gusta creer esto.
EliminarEn cualquier caso, la competencia para nacer una reforma en profundidad del IRPF es del Estado y antes de eso va a haber elecciones en la mayor parte de las CCAA y en todos los ayuntamientos de España. Por ello pensamos en dejar los detalles sobre las políticas de rentas de tipo estatal para más adelante y concentrarnos en las próximas semanas en ofrecer propuestas e ideas que puedan ser útiles para incluir en los programas electorales de las CCAA y municipales.